
Según esta organización, el 80% de las Pymes cierran durante su primer año de operación por falta de liderazgo o problemas internos, y el 70% de los negocios familiares desaparecen después de la muerte del fundador y sólo entre el 9 y 15% consiguen llegar a la tercera generación.
“Esto se debe a la presencia de una débil estructura organizacional que afecta la conformación de un equipo fuerte, integrado y capaz de hacer frente a los desafíos que impone el mercado”, dijo por su parte el director general de Visión Sistémica, Raúl Enríquez Uhthoff.
La consultoría trabaja desde hace nueve meses con una metodología, llamada ‘Configuraciones Organizacionales Sistémicas’, que ofrece hallar aquellos elementos ‘ocultos’ que entorpecen las distintas operaciones de la empresa, pero enfocada desde el punto de vista interno con el personal del negocio.
Este plan de trabajo, fundado en Europa, se sustenta en tres principales premisas para ayudar a las empresas a localizar sus puntos débiles y superarlos:
Pertenencia: Generar empleados que sientan cierta afinidad con la empresa. Si no generas empleados leales no habrá resultados.
Orden: No solamente es importante que tengas a gusto a los empleados sino que se trata de tener a la gente productiva y que cada quien sepa su función.
Equilibrio: Darle a la gente algo que contribuya, es decir, un lugar digno a cada empleado dentro de la empresa.