"Todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tienen con qué hacerlo"

Tener estructuras simples y organizaciones con mínimos niveles jerárquicos. Tener flexibilidad y rapidez en las decisiones.
Estar siempre activos en la modernización, crecimiento, capacitación, calidad, simplificación y mejora incansable de los procesos productivos. Incrementar la productividad, competitividad, reducir gastos y costos.
La empresa nunca debe limitarse a la medida del propietario o del administrador. No sentirnos grandes en nuestros pequeños corralitos. Mínima inversión en activos no productivos (por ejemplo, Grupo Carso siempre tuvo sus oficinas en las plantas de las empresas industriales; ahora que da un giro comercial, tendrá oficinas públicas)

El dinero que sale de la empresa se evapora. Por eso reinvertimos las utilidades.
La creatividad empresarial no sólo es aplicable a los negocios. También es la solución de muchos de los problemas de nuestros países.
El optimismo firme y paciente siempre rinde sus frutos. Esto es de mi padre.
Todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tienen con qué hacerlo.
Nuestra premisa es y siempre ha sido tener muy presente que nos vamos sin nada; que sólo podemos hacer las cosas en vida y que el empresario es un creador de riqueza que la administra temporalmente.
Fuente: Revista Expansión