
El mayor potencial de atracción de capitales del país está en la inmobiliaria turística, algo de lo que está consciente el secretario de Turismo, Francisco Javier García.
El funcionario sostiene una teoría mediante la cual República Dominicana podría salir bastante beneficiada de la crisis financiera e hipotecaria de Estados Unidos.
El funcionario señala que una de las razones de la crisis financiera global fue el exceso de especulación y de sobredimensión de la capacidad de adquirientes de inmuebles y su sobrevaloración. Agrega que ahora, para recuperarse de la crisis, los dueños de capital tendrán que hacer inversiones reales, es decir, invertir en áreas, bienes y servicios que tengan valor tangible y no especulativo.
En el caso de República Dominicana, la desgracia de tener un elevadísimo déficit habitacional hace que la propiedad inmobiliaria nunca pierda valor. Por el contrario, es un sector que va aumentando su valor en la medida que pasa el tiempo, aun en los peores períodos de crisis que han afectado al país.
Esa situación hace que el país sea atractivo para la inversión inmobiliaria, debido a que quien invierta tendrá la seguridad de que su capital irá creciendo con el tiempo, sin la más mínima posibilidad de perder dinero.
La inmobiliaria turística local también se torna atractiva porque ese sector, uno de los más dinámicos de la economía, todavía no ha explotado el gran potencial de crecimiento que tiene hacia el futuro.
En la región este del país se han desarrollado los polos de Punta Cana y La Romana, pero la zona de Juan Dolio aún ofrece espacio para desarrollar proyectos de villas y hoteles turísticos vacacionales para consumidores de lujo.
También está la zona de Miches, donde decenas de inversionistas han comenzado una ofensiva gestión de compra de terrenos y propiedades a familias humildes de la zona que no conocen el potencial futuro que ofrece para el desarrollo de grandes proyectos turísticos.
En Samaná se prevé mayor crecimiento de la inversión turística inmobiliaria luego que concluyó la construcción del nuevo aeropuerto y de la carretera que une a ese polo turístico con la ciudad de Santo Domingo.
Adicionalmente está la todavía virgen zona de vocación turística de la región suroeste del país. No sólo Bahía de las Águilas en la provincia Pedernales, sino también las de San Rafael y Los Patos en Barahona, los atractivos de las provincias de Azua y de Peravia, la zona del Lago Enriquillo en Baoruco y otras localidades.
Pero la lógica que aplica el secretario de Turismo sobre la plusvalía creciente de las propiedades inmobiliarias y su posible atractivo para los que deseen invertir en bienes de rentabilidad segura, es sólo una teoría que necesitaría de una estrategia de Estado profunda para hacer una efectiva promoción de los valores de República Dominicana entre inversionistas que no ven muchas alternativas para invertir sus capitales.
Hasta ahora República Dominicana ha desarrollado una intensa campaña de promoción del país como atractivo para los turistas que deseen venir a descansar, pero la difusión de información tendente a atraer inversionistas en las propiedades inmobiliarias del país no ha sido tan agresiva.
Aún así, el secretario de Turismo asegura que existen poderosos empresarios, especialmente en Europa con interés en hacer inversiones en el área de inmobiliaria turística de República Dominicana, lo cual tendría repercusiones positivas.
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