Un reciente reporte de las Naciones Unidas indicó que cerca de 7.2 millones de personas asiáticas podrían perder sus puestos de trabajo durante el 2009 como consecuencia de la crisis internacional, que ha llevado a países como Japón a caer como pocas veces en su historia.
La Organización Internacional de Trabajo dijo que este estimado es bastante conservador, dado que si se consideran las expectativas más negativas, el número de personas despedidas podría ascender hasta los 22.3 millones.
La agencia de la ONU advirtió que un aumento significativo en el número de trabajadores desempleados podría llevar a problemas sociales, por lo que la organización indicó a los gobiernos que su prioridad debe ser la creación de nuevos trabajos.
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