viernes, 13 de marzo de 2009

Congelan activos de Stanford

Agencias-Stanford y sus firmas están acusados de orquestar un fraude de US$8.000 millones que ha tenido un fuerte impacto en América Latina.

La Justicia de Estados Unidos aprobó este jueves un pedido del ente regulador financiero del país para que se congelen los activos del magnate texano Robert Allen Stanford y de sus tres compañías.

El juez David Godbey aceptó la solicitud de la Comisión de Valores estadounidense (SEC) durante una audiencia llevada a cabo en un tribunal federal de Dallas.

El grupo Stanford habría montado un esquema piramidal conocido como Ponzi. Es decir que utilizaban el dinero de inversores nuevos para pagar a los viejos.

Los especialistas afirman que esta modalidad suele fracasar cuando los clientes quieren retirar su dinero frente a escenarios de crisis como el actual.

El financista estadounidense Bernard Madoff creó una estructura similar, aunque en este caso por un monto mucho mayor: US$50.000 millones.

Este jueves, Madoff se declaró culpable de once cargos de fraude ante un tribunal de Nueva York, por lo que podría pasar el resto de su vida en prisión.

Víctimas latinoamericanas

Según el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, el caso del Banco Stanford, aunque de menores dimesiones que el fraude cometido por Madoff, interesa a muchos latinoamericanos, sobre todo en países del área andina.

En Colombia, Perú y Venezuela, el grupo financiero logró captar clientes entre las clases altas y medias de la población, que vieron muy atractivos los altos intereses en dólares que pagaban los depósitos hechos en la sucursal de Antigua.

Se estima Stanford logró captar más de US$3.000 millones sólo con clientes venezolanos.

Chirinos informó que, como "cortesía" con los inversores del malogrado banco, los abogados del magnate texano lograron que el tribunal no publique los nombres de los depositantes, quienes temen ser víctimas de secuestros o extorsiones si se conoce el nivel de sus fortunas.

El Banco Stanford fue intervenido en Venezuela y Antigua, mientras que en Perú y Colombia las autoridades suspendieron las actividades de las filiales locales.

Además de los países ya mencionados, el grupo tiene oficinas en Panamá, México y Ecuador.

Los reguladores mexicanos iniciaron una investigación sobre las actividades de la subsidiaria Stanford Fondos.

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