Agencias-El nueve jefe ejecutivo de General Motors, Fritz Henderson, declaró que la bancarrota no es inevitable para la empresa y que la Casa Blanca debe lograr más concesiones de los tenedores de bonos y trabajadores sindicalizados de la compañía.
La situación es muy grave tomando en cuenta que la gigantesca industria automotriz de Estados Unidos, incluyendo a las concesionarias y a los proveedores de piezas, ha eliminado 400.000 empleos durante el último año y perdido miles de millones de dólares.
Henderson afirmó que intentará cumplir con el plazo de 60 días que la Casa Blanca le dio para que le muestren los resultados. Además explicó que planea hacer todo fuera del camino de quiebra, aunque aclaró que: “Si no podemos hacerlo fuera de un proceso de bancarrota, lo haremos dentro del mismo“.
General Motors recibió el año pasado 13.400 millones de dólares en fondos federales y pidió otros 16.000 millones de dólares.
Fritz Henderson asumió su cargo como presidente ejecutivo hace una semana después de que el grupo creado por la Casa Blanca para evaluar la situación de las empresas del automóvil rechazara los planes de reestructuración presentados por GM y Chrysler LLC.
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