Explotando los rumores de la quiebra, General Motors anunció esta mañana que sufrió perdidas netas de seis mil millones de dólares durante el primer trimestre del año, acelerando la partida de capitales y aumentando la presión de conseguir concesiones de los accionistas en las próximas semanas, o enfrentarse a la bancarrota.
Al conocerse los resultados de la compañía automotriz más grande de Estados Unidos, que actualmente depende de la ayuda federal para continuar funcionando, su CEO, Fritz Henderson, dijo que este es un momento definitivo y que el objetivo es arreglar el negocio de una vez para posicionarse de forma positiva hacia el futuro.
Vale recordar que Henderson advirtió que General Motors podría pedir la quiebra para el primero de junio si no puede reestructurar su balance mediante un intercambio de deuda por acciones con los accionistas y el gobierno, al igual que las concesiones con la unión United Auto Workers.
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